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La Relevancia de la Hidratación

El agua tiene importantes funciones en nuestro organismo. El agua es el componente mayoritario de las células del cuerpo (excepto de la células grasas). También protege y lubrica el cerebro y las articulaciones. Además, el agua transporta los nutrientes a las células y se encarga de retirar de las mismas las sustancias de deshecho. Ayuda a regular la temperatura corporal mediante la redistribución del calor desde tejidos activos hasta la piel. Es decir que, en:

Células en general La hidratación del cuerpo es importante para transportar hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales, así como oxígeno, a las células.

Músculos y articulaciones El agua actúa como un lubricante para los músculos y las articulaciones: ayuda a proteger a las articulaciones y a que los músculos funcionen correctamente.

Tracto digestivo La hidratación juega un papel importante en la digestión y en la absorción de nutrientes. Una deficiente hidratación crónica puede producir estreñimiento.

Corazón Una buena regulación del balance de agua es esencial para mantener la tensión arterial dentro de los límites saludables.

Riñones El consumo adecuado de agua es esencial para que los riñones funcionen bien, ayudándolos a eliminar residuos a través de la orina.

Cerebro Una adecuada hidratación es importante para un correcto funcionamiento del cerebro. Cuando estamos adecuadamente hidratados, las células del cerebro reciben sangre oxigenada y el cerebro se mantiene alerta.

¿Cómo nos hidratamos? Nos hidratamos, fundamentalmente, a través de las bebidas: agua, infusiones, jugos, lácteos y  caldos. También ingerimos agua a través de los alimentos sólidos, especialmente verduras y frutas.

¿Qué cantidad se debe beber? Cada persona debe beber la cantidad que necesite. Esas necesidades varían según el sexo, la edad, la actividad física que se realice, la temperatura o la humedad, entre otros factores. Según los expertos las mujeres necesitan en promedio 2,2 litros de líquidos para mantener su cuerpo hidratado, mientras que los hombres precisan unos 3 litros.[1] Esas necesidades pueden aumentar en determinadas situaciones, como cuando hay altas temperaturas o al realizar un esfuerzo físico intenso. Además, hay que tener en cuenta que el cuerpo pierde líquidos constantemente, también al realizar actividades cotidianas, tales como trabajar, estudiar, ir de compras o realizar tareas domésticas y se pueden perder más líquidos de lo habitual.

Lic. Gabriela Buffagni
Área Calidad Alimentaria

1] Food and Nutrition Board of The Institute of Medicine. Dietary Reference Intakes for water, sodium, chloride and sulfate. Washington DC: Nacional Academies Press, 2004 a partir de los datos recogidos en el estudio epidemiológico NHANES III. 1988-1994


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