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09/09/2022
El blockchain surgió hace poco más de una década como combinación de diversas tecnologías preexistentes y llegó para enfrentar un problema relacionado con la seguridad informática y la integridad de los datos. El investigador del Centro de Altos Estudios en Tecnología Informática y docente de la carrera de Ingeniería en Sistemas Informáticos, Alejandro Hernandez (Licenciado en Ciencias de la Computación de la Universidad Nacional de Rosario y Doctorado en la Universidad Técnica de Dinamarca) brindó el webinar “Blockchain y los desafíos de la criptoseguridad”, con un enfoque sobre la integridad de datos, y el sinfín de aplicaciones que son posibles gracias a la seguridad que se le acredita.
“Blockchain nació a partir del Bitcoin, siendo la primera aplicación de esta tecnología. Pero las criptomonedas son un mínimo ejemplo de lo que esta tecnología permite”, aseguró Hernandez, y agregó: “Mucha gente puede beneficiare, muchos están intentando innovar con el blockchain, y las posibilidades son infinitas y sobre todo desconocidas. Desde hacía décadas existían determinados fundamentos sobre seguridad y criptografía, que cuando nació Bitcoin se fueron combinando, siendo algo revolucionario. Seguridad, encriptación y hashing, por ejemplo”.
El disertante invitó a pensar a blockchain como una base de datos (DB), aunque precisamente no lo sea, ya que esta tecnología asegura la integridad de los datos de forma más amplia que una DB tradicional. Entre las diferencias más distintivas señaló que no permite la manipulación de los datos, ya que los mismos son “write only”. “Una vez que se escribe en blockchain los datos quedan para siempre. Se puede volver a escribir, incluso poner que un dato no es más valido, pero no se pierde”, explicó el Dr. Hernández.
Blockchain es un componente más que puede agregarse a una determinada arquitectura en caso de necesitarse. Existen, según Hernández, algunas condiciones que deben considerarse al momento de su instrumentación. “Todos los participantes comparten los datos y deben tener una visión única del sistema, estén donde estén, y que nadie pueda interferir en esos datos. Intercambian esos datos, deben ser verificables, se eliminan intermediarios e interacciones, y se generan interrelaciones entre transacciones”, detalló.
A partir del blockchain, los datos no poseen dueños, tienen integridad y nadie tiene la potestad de modificarlos o eliminarlos. “Cualquiera puede utilizar los datos almacenados o, si adicionalmente se busca su confidencialidad, se puede incorporar mecanismos como la encriptación. Los datos están siempre disponibles y son accesibles por cualquiera, desde cualquier sitio”, concluyó.
Desde afuera de la propia red, el sistema se observa como un conjunto de nodos interconectados con toda la información replicada en una cadena de bloques. “Lo puedo ver como una única computadora global, aunque más nodos no le suman velocidad, sino que la hacen más segura”, dijo Hernández.
El webinar fue coordinado por el Ing. Darío Cardacci (Director de la Licenciatura en Gestión de Tecnología Informática y Secretario Académico de la Facultad de Tecnología Informática. Ingeniero en Sistemas) y contó con la participación de la Mg. Silvia Poncio (Directora de la carrera de Ingeniería en Sistemas Informáticos. Magister en Innovación y Emprendimiento de la Universidad de Salamanca) y la Lic. Marcela Maccarini (Secretaria Técnica. Licenciada en Comunicación).
¿Cómo funciona?
Hernández comentó que un usuario externo se conecta con alguno de los nodos y envía una transacción que puede ser, por ejemplo, una operación comercial, la averiguación del estado de un sistema o una imagen. Es decir, cualquier cosa que desee guardarse manteniendo su integridad. Luego, ese nodo se conecta con los demás, enviándoles la transacción para almacenarla en el nuevo bloque que estén construyendo. “En el caso de los Bitcoins por ejemplo, no es que yo tengo esa moneda, sino que tengo una clave para poder gastarla, o pasársela a otra persona. Si alguien pierde su clave, es como si perdiera la billetera”, reveló.
“En algún momento se requiere de agrupar distintas transacciones y meterse dentro de un bloque, que una vez cerrado queda con integridad absoluta. Ese bloque se encadena con el siguiente, de forma que el nuevo bloque tiene un hash (huella) del anterior. Obteniendo esa `huella´ no puedo reconstruir el bloque entero, pero si alguien altera o borra ese bloque me puedo enterar. Cualquier cambio, voluntario o involuntario puede saberse”, sostuvo.