Emprender, sea cual sea la meta que uno se fije, es siempre un desafío complejo. Pero en este sentido, si se trata de un negocio propio ligado a Tecnología Informática (TI), los márgenes de duda se achican y las oportunidades de recibir ayuda crecen. Por los costos accesibles, la demanda en el mercado y la tecnología disponible (Telefonía Móvil, Apps, Cloud Computing, Big Data, etc.), todo egresado de una carrera afín con empuje y buenas ideas, vive un momento propicio para volcarse al emprendedurismo. Para ello la capacitación es vital, pero también lo es el padrinazgo y allí es donde el Estado, establecimientos educativos y empresas apuestan por los emprendedores “tech”.
Según cifras del Observatorio Permanente de la Industria de Software y Servicios Informáticos de la Argentina (OPSSI), iniciativa de la Cámara de la Industria Argentina del Software (CESSI), en 2018 la industria incrementó el empleo registrado en un 5,6%, poco más de 5.300 nuevos puestos de trabajo. Las expectativas del sector indican que para 2019 las empresas aumentarían su plantel en 14%. Además, en su último reporte anual del sector en 2017, el OPSSI informó que el 73% de las empresas de la industria realizó actividades de investigación y desarrollo (I+D) por inversiones del 8% de su facturación. Se emplearon a casi 100 mil personas y muchos de ellos fueron emprendedores. Si a esto le sumamos que el año pasado los ingresos desde el exterior por exportaciones de servicios informáticos fueron de poco más de 1.700 millones de pesos, queda expuesto que el sector es uno de los que crece más allá del contexto. Esta tendencia coincide con datos de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, que destacó subsidios y créditos a empresas y emprendedores de distinto rubro por 2800 millones de pesos.
Un programa destacado en este sentido es la incubadora de negocios de base tecnológica UAITECH de la Universidad Abierta Interamericana. El mismo busca dar soporte a las necesidades de los emprendedores y la comunidad empresarial, para desarrollar sus ideas de negocios basadas en la innovación, productos y servicios de un mercado cada vez más global. Su coordinador, el Dr. Jorge Scali, aseguró que facilita los instrumentos y recursos necesarios para que estudiantes, egresados, docentes, emprendedores y la comunidad empresarial, puedan concretar y desarrollar sus proyectos de empresa.
“Es prioritario promover la formación de ecosistemas dinámicos donde la actividad emprendedora pueda desarrollarse. Cada país tiene que encontrar su modelo de desarrollo emprendedor a partir de sus propias realidades, donde resulte esencial que todos los componentes interactúen entre sí. Son determinantes las condiciones macro y microeconómicas, la generación de oportunidades de negocios y, fundamentalmente, personas con capacidad de transformar la realidad tanto en los sectores privado, social y público”, estimó Scali.
La importancia de que exista una iniciativa como esta radica en detectar y potenciar ideas innovadoras, para brindarles infraestructura física, redes de contacto, acceso a financiamiento, capacitación continua y asesoría especializada, para finalmente acelerar la entrada del negocio al mercado. “El objetivo principal de UAITECH es ayudar a las empresas a que terminen su proceso de incubación siendo financieramente viables y autónomas”, concluyó.
La necesidad de cubrir tal demanda insatisfecha a nivel global –y sobre todo local-, hace que estos apoyos de sectores privados sean reconocidos a su vez por la industria, como el caso de UAITECH, que en 2015 recibió el prestigioso Premio Sadosky otorgado por la CESSI por contribuir al crecimiento del sector. El galardón lo recibió el Dr. Marcelo De Vincenzi, Vicerrector de la UAI y Decano de la Facultad de Tecnología Informática.
El programa cuenta con icónicos casos de éxito y uno de los últimos fue el de Patricio Alba y su equipo, quienes en el 2018 se presentaron en el programa para impulsar su empresa Xavia, dedicada a diseñar soluciones a industrias basadas en IoT (Internet de las cosas, por sus siglas en inglés). Ya cuentan con el desarrollo de una plataforma propia con una placa optimizada en cuanto a consumo y rango para recibir datos, y un servidor propio en la Nube donde concentran la información y le aplican inteligencia artificial. Trabajan con la industria de la apicultura y tambera, pero pueden expandirse a otras.
“UAITECH fue para nosotros un gran evento que nos permitió hacer algunos lazos muy interesantes, que después nos ayudaron a empujar el proyecto. Uno de los grandes beneficios que tuvimos al estar en conjunto con UAI fue conseguir el fondo semilla (del Ministerio de Producción), que nos dio un combustible para poder impulsar el desarrollo y hacer las primeras pruebas piloto”, contó Alba.
Según su visión, es un momento propicio para emprender en tecnología porque “hay un entendimiento de que las cosas tienen que empezar a cambiar en el modo en que trabajamos y manejamos la información”. Pero advierte que, igualmente, es un proceso en el que hay que tener paciencia. “Quien termina emprendiendo es quien tiene la voluntad de esperar los tiempos y pasar los procesos que tienen que pasar”, detalló.
En el ámbito público la ayuda a emprendedores muestra múltiples oportunidades. Una de ellas es el programa titulado “Emprendedor Tecnológico” de la Secretaría de Gobierno de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva que ahora mantiene abierta la inscripción a la sexta edición al “Premio Arcor a la Innovación” para el sector alimentario, con un incentivo de 200 mil pesos al ganador. Según informaron desde la Secretaría, el 10 de abril se abrió la convocatoria al “Premio a la Innovación en Ciencias de la Salud” y, por último, otros dos apoyos estarán en marcha en los próximos meses: uno para startups y el “Israel Innovation Awards”, que premia con un viaje a Medio Oriente para participar en una feria comercial.
“En todo lo que refiera a las TI siempre es un buen momento para emprender. Desde la parte estatal, nosotros ayudamos a los emprendedores no sólo con financiamiento, sino capacitaciones para enfrentar alguna reunión con inversores: el know how de cómo negociar. Desde el programa tratamos de que aumenten ese capital”, explicó María Sol Collados, Licenciada en Sociología y coordinadora del programa de la cartera.
Destacó también que los emprendedores necesitan el acompañamiento y no solamente financiero, sino el cómo comunicar y cómo venderse. “Es importante ver cómo se nutren de la red de contactos y ganan en capital simbólico. Lo mejor, más allá de lo monetario, es lo que se genera entre todos”, siguió. Por último, Collados destacó que las carreras relacionadas a la tecnología informática tienen un plus respecto de otras porque “es una capacidad muy demandada” y los egresados “tienen mucha oferta a la hora de salir al mercado”.